Lectura de los Derechos Humanos relacionados con esta charla:
Artículo 12. Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques.
Artículo 13. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país.
Artículo 15. Toda persona tiene derecho a una nacionalidad. A nadie se privará arbitrariamente de su nacionalidad ni del derecho a cambiar de nacionalidad.
Los Rohingyas, los más perseguidos del mundo, para cuya persecución no hay explicación posible. Sin embargo, nuestros invitados de Amnistía Internacional Andrés Zaragoza y Susana Escribano, intentaron aclararnos el tema.
El pais de Myanmar (antigua Birmania), fue producto de la descomposición del Imperio Británico y es un pais rico en materias primas.
Tras la escisión del Imperio Británico, la situación de esta minoría étnica musulmana fue de mal en peor, hasta que en 1982, la étnica mayoritaria, de religión budista, promulgaron leyes que les despojaban de la ciudadanía del pais. Esto suponía la privación de derechos fundamentales, como poder ir a trabajar, ir a escuelas, hospitales, mercados... Después se empezaron a lanzar discursos del odio contra los Rohingyas en las redes sociales, y todo tipo de violencia militar y judicial, que lleva a un genocidio planeado.
Ante esta situación, más de 700.000 personas huyen despavoridas hacia Bangladesh, buscando refugio en un campo de refugiados donde ya había otras 200.000. Esto suponía también graves problemas de salubridad y medio ambiente: falta de agua potable, falta de comunicación, alimentos o saneamientos. Sin embargo, organizaciones como Amnistía Internacional o Médicos sin fronteras, junto con la colaboración del gobierno bangladeshí, están intentando dar cierta calidad de vida a todas estas personas.
Toda esta violencia no puede quedar impune. El problema de los Rohingyas, es que que no hay un interés internacional en esta crisis, en particular en España. Son pobres, musulmanes, están en un país lejano del que apenas oimos nombrar. Detrás de toda esta tremenda tragedia humanitaria, podrían esconderse intereses macroeconómicos desconocidos para el común de los mortales.
Mientras tanto, miles de familias Rohingyas siguen sufriendo una persecución histórica y olvidada.
