jueves, 30 de marzo de 2017

Ser inmigrante en Madrid: Una carrera de obstáculos


Un mes mas, Guindalera por la Convivencia nos acerca a nuestro Distrito una realidad que, no por cotidiana, llegamos a conocer de verdad: la de los inmigrantes que viven en nuestro barrio.
Gracias a la colaboración del Centro Cultural de Arte Internacional la KÚPULA, hemos podido saber, de primera mano, la verdadera problemática a la que se enfrentan las personas que escogen nuestra ciudad, nuestro Distrito, como su lugar para vivir.
Intervinieron Josías Ganga, congoleño con más de 10 años de permanencia en España, promotor cultural, músico y artista, y responsable de las actividades que se organizan en la Kúpula.
También participó Paula Valdez, de origen boliviano, activista y promotora cultural, periodista, y actualmente directora del Centro.
Josías nos contó su experiencia personal, lo que él vivió y que, como él, viven muchos de los inmigrantes que vienen a nuestro país.
Nos recordó, con acierto, que a pesar de las diferencias culturales, o precisamente por ellas, las personas inmigrantes llegan a España con una mochila en sus espaldas cargada de multitud de experiencias para compartir. Vienen con deseos de participar y de integrarse en la sociedad.
Pero es necesario entender que la integración no es sólo que los inmigrantes adopten nuestras costumbres y nuestra cultura, sino que debe haber una reciprocidad, para que este intercambio de conocimientos y cultura sea realmente equitativo. Ese es uno de los objetivos que persiguen en La Kúpula: dar a conocer, a través del arte, la música o la gastronomía, la riqueza de las culturas que llegan para instalarse. La variedad siempre enriquece.
Sin embargo, son muchos los problemas a superar por los inmigrantes “ilegales”, partiendo de la premisa de que NINGÚN SER HUMANO ES ILEGAL.
En el caso de Josías, nos contó que en el Congo, el futuro para jóvenes preparados como él es incierto. A pesar de los numerosos recursos con que este bello país cuenta, éstos están monopolizados por empresas occidentales. Los jóvenes congoleños, una vez acabados sus estudios, sólo pueden acceder a puestos de bajas categorías en las empresas extranjeras que gestionan sus recursos. Para algunos jóvenes, como Josías, con grandes pretensiones de futuro, la única salida es la emigración.

Hay muchas cosas que dificultan la integración de los inmigrantes, además del color de la piel o los rasgos físicos diferentes: el idioma, las costumbres, la concepción de la cultura…
Desde los estamentos, también se ponen trabas a una integración eficaz: políticas erróneas, fomento de guerras civiles en África por el control de los recursos, etc. Son precisamente los países que más se benefician de los recursos de África (madera, petróleo, piedras preciosas…), los que más rechazan a sus habitantes cuando llegan aquí.
La vida de un inmigrante “ilegal” es difícil: Una vez que consiguen entrar en el país (ilegalmente en principio, porque no hay buenas políticas de acogida de inmigrantes), estas personas son acogidas en un centro de integración durante los primeros 3 meses, donde se les da cobijo y se les enseña los rudimentos de nuestro idioma.
Pero una vez transcurridos estos 3 meses, deben abandonar los Centros, y continúan sus dificultades: son considerados delincuentes porque no tienen trabajo, pero no encuentran trabajo porque no tienen “papeles”. Y no se les da “papeles” porque no tienen trabajo…un círculo vicioso de donde es difícil salir. Como toda persona, precisa de un techo donde vivir, comida, poder expresarse… lo básico, lo imprescindible, lo mínimo que un ser humano necesita. Qué hacer si no te permiten trabajar para ganarte la vida???
En La Kúpula, sus voluntarios ofrecen ayuda a los colectivos afectados, fundamentalmente africanos, latinos y de la comunidad gitana. Refiriéndose a este colectivo, Josías bromea: “los gitanos son “inmigrantes en su propio país”.
Los colaboradores de La Kúpula, les ofrecen a todos ellos su experiencia, y ayudas a nivel jurídico, de educación y alternativas para el auto-sostenimientos. Porque lo que son ayudas económicas, pocas ven.  Estas ayudas suelen conseguirlas ONG nacionales, algunas de las cuales terminan siendo tapaderas de negocios más oscuros.
En su intervención, Paula Valdez nos recordó la dualidad “migración/mujer”: ser mujer e inmigrante supone doble ración de discriminación.
Los inmigrantes en nuestro país sienten rechazo. Es necesario ofrecer una oportunidad a todo el mundo, independiente de cómo se nos vea desde fuera. Lo importante es lo que uno aporta desde su interior, nuestra esencia humana.
Paula invitó al público asistente a imaginarse “ponerse en la piel del otro”. Preguntó a los presentes si alguna vez habían pensado en irse a vivir a otro país, a lo que la mayoría contestó que si. De esta forma, podrían concebir a qué dificultades podrían enfrentarse si alguna vez decidieran salir de España e instalarse en otro sitio, partiendo desde cero y con las trabas que se les pone a las personas que llegan a un país extranjero.
También nos hizo ver los diferentes tipos de inmigrantes que podríamos llegar a ser: Podriamos ser gente que huye del país por guerras, desastres, etc. O que necesita salir por trabajo, como les ocurre a nuestros jóvenes universitarios; o simplemente decidimos salir de nuestro país persiguiendo un sueño…
En el fondo, todos somos inmigrantes.
Lo que sí debemos recordar siempre, es que la mayoría de los inmigrantes vienen a APORTAR, a compartir con nosotros el contenido de su mochila, y nunca a quitar.
Cambiemos nuestra perspectiva y asumamos que aportar es sumar, y la suma siempre enriquece.

PERSONA DESTACADA: Rosalind Franklin

Guindalera por la Convivencia  declara  MUJER DESTACADA DEL MES  a la fallecida científica del siglo XX ROSALIND FRANKLIN por sus aportacion...